La NASA desarrolla cúpulas transparentes hechas con polvo lunar y tecnología de autorreparación para proteger a astronautas de radiación y micrometeoritos, abriendo la puerta a la colonización lunar.
La NASA, junto con la empresa Skyeports, trabaja en el proyecto “burbuja lunar”, que busca construir enormes cúpulas transparentes fabricadas con polvo lunar (regolito) y vidrio polimérico. Estas estructuras están diseñadas para resistir radiación cósmica, impactos de micrometeoritos y condiciones extremas de la superficie lunar.
El proceso utiliza hornos de microondas inteligentes que funden el regolito hasta convertirlo en material incandescente, moldeado de manera similar al soplado de vidrio tradicional. El resultado es una estructura sólida, transparente y autosuficiente, creada con recursos locales de la Luna.
Las pruebas iniciales ya lograron esferas de pocos centímetros, y el objetivo es escalar hasta cúpulas de 500 metros de diámetro, capaces de albergar laboratorios, viviendas y cultivos hidroponicos.
El vidrio polimérico propuesto incluye un mecanismo de autorreparación que responde a fracturas menores causadas por micrometeoritos o “terremotos lunares”. Además, la transparencia de las cúpulas permitirá a los astronautas observar el paisaje lunar y la Tierra, reduciendo la sensación de encierro y mejorando el bienestar psicológico durante largas misiones.
Cada burbuja contará con paneles solares integrados, sistemas de reciclaje de agua y oxígeno, y aislamiento térmico. Esto permitirá que los habitantes vivan durante meses sin depender de suministros terrestres, reduciendo costos logísticos y aumentando la eficiencia de las misiones.
Las primeras pruebas prácticas están previstas para enero de 2026 en cámaras de vacío térmico en la Tierra. Si resultan exitosas, se trasladarán a la Estación Espacial Internacional y luego a una misión de demostración del programa Artemis IV directamente en la superficie lunar.